Monchian les
indicó que cada uno del grupo causal cogiera su pañuelo rojo y se lo atara a
su cabeza, seguidamente que entrelazaran sus manos hacia arriba formando un
circulo.
- Recordad todos que habéis casi vencido a los
fobios, que en el mundo real nada podrán hacer en contra vuestra, estáis de
alguna manera inmunizados a esa negra amenaza. Lugosian es la amenaza del mal
allí. Al mundo causal ya no podrá volver jamás si lográis regresar vosotros
antes al mundo real. También sabéis que vuestro aspecto, en unos casos más –mirando
a Bennu – y otros menos, difiere del que tenéis aquí.
- Y tú Monchian ¿qué harás? -Dijo Mara.
- Permaneceré aquí en el Mundo Causal; yo formo
parte de ello…..hasta que en algún momento la Luz Redentora me llame
atrayéndome hacia ella. Ya sabéis que soy un ente espiritual, que llegué aquí
por una brecha espontánea producida de forma natural en el sistema cartográfico
del sendero astral; aunque…. igual el Sr.Fripp propició mi llegada, nunca lo
sabremos.
- ¿Podremos llegar al mundo real? –Preguntó Banton.
- Pues eres tú, Banton, el que podrá realizar el
trasvase. Lugosian ya lo descubrió y por eso quería llevarte con él. Tu
capacidad sensorial es tan alta que ayudarás al resto con éxito, acompañados
por el especial pañuelo rojo impregnado de esencias chamánicas. Solamente
tienes que desearlo y tener la perspectiva única que puedes lograr con tu
visión desde cualquier punto del universo.
Banton aseveró
con un gesto de cabeza hacia Monchian y una sonrisa luminosa y radiante dirigida
hacia el grupo, que transmitió una enorme seguridad y confianza en todos.
Con sus manos entrelazadas
hacia arriba formando un círculo, Banton les miró a cada uno a los ojos con profunda
y serena quietud, giró su vista hacia Monchian y ella le devolvió una sonrisa
de Gioconda. Desaparecieron en ese microinstante, sonriendo y emanando de ellos
una vitalidad vigorosa que aún Monchian pudo sentir minutos después al cubrir
de lágrimas su rostro envuelta en su soledad del Mundo Causal.
- Nos veremos en la Glorieta de los Lotos el día
y la hora señalados. –Fueron las últimas palabras de Banton que oyeron todos en
el Mundo Causal.
Gabriel despertó
del coma en el que estaba atrapado desde que se dejó caer desde el tejado del
reformatorio. Recobró la vida y preguntó el día y la hora al enfermero más
cercano, se vistió con ropa deportiva y un chándal que cogió de un armario, diciendo al enfermero mientras se marchaba aprisa –Tengo una cita ineludible,
señores.
Silvano despertó
en su cama, comprobó que era festivo mirando el reloj digital de su mesita de
noche y la hora temprana. Dio una palmada al aire y saltó de la cama con
energía. Quedaba tiempo para asearse y acudir a su cita.
Mara decidió
pasear por su barrio al alba del nuevo día, contempló los edificios, las luces
mortecinas de las farolas con el nuevo amanecer emergente, tiendas y bares que
abrían sus puertas y gente que emprendía otra nueva jornada. Recibió la luz y
el colorido vivencial como un saludo protector, como un abrazo de energía y
paz; se sentía plena y sin miedos, nunca más miedos, desterrados y vencidos
estaban. Y así se dirigió paseando con elegancia natural hacia su cita.
Banton limpió y
ordenó su habitación. Recogió cuadernos antiguos llenos de anotaciones, poemas,
escritos, todos a punto de perecer en el descuido, y los clasificó de alguna
manera para volver a darle la vida que merecían. Se aseó con esmero, como ya ni
recordaba, desayunó recordando momentos pasados en el mundo causal, peligros,
luchas, descubrimientos y revelaciones extraordinarias. Sonrió para sí al
saberse renovado vistiéndose para la cita acordada.
Bennu salió del
coche modificado y especial que conducía desde su misma silla de ruedas, bajando
la rampa automática. Entró al parque por un sendero cubierto de tierra amarilla
polvoreada, algo húmeda aún por las lluvias de la noche anterior. No dejaba de
recordar sus vuelos en el Mundo Causal y también a Lugosian y los ataques que sufrieron por los fobios. Sabía que él
era la amenaza, y con ese ronroneo en su mente avanzaba lentamente sentado en
su silla de ruedas camino de la Glorieta de los Lotos.
*Masmoc Utopía
La historia va clarificándose.
ResponderEliminarEl desenlace está cerca.
El Hacedor y el regreso explican muchas cosas. Espero que el próximo capítulo no sea el último, está en lo mejor, además la forma o manera de "capturar y en su caso enjuiciar" a Lugosian,es algo que me intriga. Sigue creando, espero impaciente el desenlace.
Eliminarjarr
La eclosión total se producirá en el siguiente capítulo. Un fulgor carmesí está llegando a Lugosian.
EliminarEl final se acerca...
Muy buenas descripciones de los personajes y del ambiente unido con mucha creatividad. Muy bueno el texto
ResponderEliminarMuchas gracias Indaco.
EliminarLlegamos al final; veremos si hay esperanzas en lo por venir.