viernes, 29 de julio de 2011

Rendición Eterna

Sólo la guadaña de tu condena
arranca de mí toda mi esencia.
Sólo el aliento de tu negación
inunda mi alma en tu presencia.

Aire gris, rendición eterna,
cubres de temor tus ojos,
apagas el calor en tu voz
y no oyes crujir la tierra.


* Masmoc Utopía

viernes, 8 de julio de 2011

Diario apócrifo de E.Sinclair 3


¿Qué melodía llega a mis oídos? Me retrotrae a momentos pasados, tan lejanos en el tiempo como en mi memoria.
Nunca creí volver a escuchar esa música que me acunaba cuando aún mi camino no había tomado un rumbo; y seguía esclavo de la necesidad de otros seres que se autoproclamaban mis tutores.
Creían que me gustaba, pero en realidad era a ellos a los que apasionaba aquella música, yo tan solo la soportaba, nunca me preguntaron.

Parece que suena distinta tras tantos años de silencio musical en mi vida, tan distinta que podría asegurar que distingo cada nota y puedo separar instrumento por instrumento en mi cerebro y volverlos a unir, como si de un consagrado director de orquesta se tratara.

No me dejaban decidir, todo lo que yo quería estaba mal, era incorrecto, no sabía lo que decía… TODO; ni una sola de mis decisiones de infancia y adolescencia podían ser tomadas sin la censura de unos padres excesivamente protectores.
Así fue como me rebelé; nada más tener capacidad legal, desaparecí, nadie de mi anterior vida supo más de mí.
¿Feliz, que si he sido feliz? Libre eso es lo que he sido, libre. ¡No feliz!
A veces uno no es quien quiere ser, pero al menos lo intenta.

Y ahora este sitio, vuelvo a ser esclavo, vuelvo a ser controlado, y lo peor de todo, empiezo a dudar del camino que tomé, de mi forma de actuar ante el mundo, dudo incluso si en realidad aquella música que vuelve a mis oídos y llegue incluso odiar, en realidad me gustaba tanto o mas que a mis padres.

¿Qué pasa? ¿Cambia de sonido? No, no es música lo que escucho, tan solo es el silbar del viento por las rendijas…


Tartessus Baobab