domingo, 18 de diciembre de 2016

martes, 6 de diciembre de 2016

MUNDO CAUSAL XXIV "Capítulo Final"


    -      Estamos juntos en el mundo real. –Bennu, sentado en su silla de ruedas y secándose el sudor de su frente con un pañuelo blanco, habló con seguridad y aplomo mirando a los pececillos de colores del estanque.

La sensación de temor y debilidad fue desapareciendo en el grupo, dando entrada Banton a una espléndida sonrisa diciendo a todos.
-      Estamos juntos y vamos a luchar unidos, todavía con más fuerzas que en el Mundo Causal.
Mara, después de desabrochar su gabardina beige con rapidez, se dirigió a Banton y le dio un fuerte abrazo rebosante de gratitud diciéndole –Tú nos trajiste de vuelta.
Gabriel, enfundado en su chándal deportivo sentado al borde del estanque, comía un plátano y los miraba sonriente. Silvano dio dos palmadas al aire enérgicamente diciendo –Hay que ponerse en marcha. Tenemos que localizar al Sr.Fripp.
-      Ya no está con nosotros –dijo Gabriel secamente poniéndose de pie.

Todos le miraron sorprendidos esperando una explicación a sus palabras.
-      Al regresar, y despertar también del coma tras mi caída, fui a buscarle a Comejéns Tronic, haciéndome pasar por un familiar suyo. Nadie sabe nada de él, ha desaparecido sin dejar rastro. Puede que ya no esté vivo. Tengo ese presentimiento,
-      También podría ser que se lo llevaran al sitio del que nos habló Monchian, al Subsuelo. –Apuntó Bennu.

Un silencio imperturbable se apoderó de todos al unísono; cada uno pensaba de forma idéntica, y Banton lanzó la pregunta –Ahora ¿qué hacemos? ¿por dónde empezamos? –Y el silencio inamovible volvió  a acompañarlos más tiempo del que ninguno hubiera deseado.

Las farolas del parque comenzaron a encenderse, el señor ocaso de la tarde les presentó a la procelosa dama de noche. Banton se tocó su pañuelo rojo anudado a su cuello y los demás, de forma mimética, hicieron igual, pensando si los peligros que superaron en el Mundo Causal, si derrotar allí a los fobios, si recuperarse y encontrase renovados para la vida sería suficiente. Lugosian estaba libre y su amenaza persistía.

Las reflexiones y las preguntas sobre cómo actuar a partir de ahora volaban por las mentes del grupo causal cuando una pareja de ciclistas llegó a la Glorieta de los Lotos, se bajaron de sus bicicletas de paseo en animada conversación con risas y gestos cariñosos. Cogidos de la mano llegaron hasta el borde del estanque, con una sonrisa de amanecer luminoso la mujer de cabello oscuro y ojos ovalados les habló sin soltar la mano de su compañero.
-      Buenas noches al grupo causal. Mi nombre es Darshan y mi compañero es Enter K.
La sorpresa invadió la Glorieta de los Lotos, todos se quedaron mirándolos y esperando a que ella continuara.
-      Hemos sabido donde estabais porque os seguían con discreción, os estábamos esperando. Monchian os habrá hablado algo sobre nosotros. Corréis un gran peligro, estáis expuestos a Lugosian y pensamos que también os debe tener localizados.
-      ¿Y el Sr.Fripp? –preguntó Mara.
-      Hemos sabido que murió hace dos días; lo tenían aislado en una celda en la zona Infra del Subsuelo, hicieron todo tipo de experimentos inhumanos con él hasta que falleció. No pudimos hacer nada más por él. Es una gran pérdida.
-      Parte de sus investigaciones y avances en los planos astrales nos lo pudo entregar antes, aunque lo principal se lo llevó consigo en su mente. –Continuó Hablando Enter K. –Llevaron su resistencia al límite, forzaron su cerebro experimentando para intentar sacarle sus dones y la información valiosa que atesoraba. Fue inútil. El Sr.Fripp no cedió y su vida se extinguió.

La noche pareció entonces que se tornaba más fría y pesada sobre la Glorieta de los Lotos, un triste silencio cubría de negritud el alma de todos.

-      Lugosian está cerca; lo percibo. –Banton cortó el tempano de silencio de un tajo.
Una figura robusta emergió desde una niebla violácea por un sendero de tierra amarilla dirigiéndose hacia ellos, con paso decidido; el indumento de la capa oscura les hizo estar a todos en alerta, el bastón que llevaba en su mano no deja lugar a dudas, y cuando está a pocos pasos del grupo causal y de Darshan y Enter K, el rostro de nariz afilada y corvina, los pequeños ojos negros y labios delgados, junto a su inexpresividad, le siguen dando ese aire maléfico y siniestro. Lugosian.
-      Bien, bien. Aquí estamos todos reunidos, alegrad esas caras. –Dijo Lugosian mientras avanzaba hacia ellos. Alzó su bastón en dirección a Darshan y Enter K, y salieron disparadas dos agujas que hicieron diana en sus cuerpos. Quedaron paralizados como estatuas. –Ellos ya no son un problema para nuestra comunicación.
Gabriel buscó con su mano su carcaj de flechas, sin éxito. Bennu sintió un tirón dentro de sí para emprender el vuelo y quedó expectante en su silla de ruedas. Silvano buscaba con la mirada algo a lo que aferrarse para hacer frente al monstruo pero sólo halló hojarascas. Banton adelantó varios pasos y encaró al sicario de los fobios, igual hizo Mara colocándose a su lado.
-      Necios ilusos. Pensabais que podríais acabar conmigo. –Dijo Lugosian con rotundidad lanzando una risotada que sonaba a infierno.
-      Vamos a intentarlo por todas las almas a las que has hecho sufrir. –Mara puso sus brazos en jarra mirando a Lugosian con una ausencia de miedo tal, que al lacayo de los fobios impresionó. Banton lo percibió y encontró la respuesta que buscaba. La ausencia de miedo, el atrevimiento de vivir, la determinación de sentir, el pulso latente de vivir el momento presente sin temores ni rencores. Esa era el arma contra el mensajero del odio. Mara sentía así la ausencia de miedo y la determinación de vivir plena y por ello Lugosian se debilitaba al sentir esa energía.
-      No existe el miedo en nosotros, Lugosian. –Dijo Banton con una seguridad acrecentada cuando Mara le miró sonriendo. –Luchamos hasta el final. Nuestra esperanza es tu condena. Siempre perderás, no importa las veces que puedas volver del horror del averno para servir a tus amos a través de los siglos.
-      Luchamos hasta el final. –Mara habló alzando la voz y consiguiendo que Gabriel, Silvano y Bennu avanzaran junto a ellos dos.

La noche parecía aún más noche que cualquier noche de tristezas heladas, de penas y oscuridades traídas desde tiempos remotos; al mismo tiempo se percibía una fuerza, una energía que volaba alrededor de la Glorieta de los Lotos, una conjunción de almas blancas y cristalinas que iban regando los árboles de alegría y candor, de bondad y fuerza positiva.
Banton y Mara se miraron y entendieron casi de forma telepática lo que estaba ocurriendo. La creación del Sr.Fripp cuando ahondó en la fisura del sendero de las almas hacia la luz divina redentora que él descubrió y cartografió, el aparato tecnológico que consiguió tener vida propia como ente por la intervención de las energías de la naturaleza y las fuerzas astrales de millones de almas y que se ubicó en alguna zona desconocida, según les contó Monchian. Esa zona era la Glorieta de los Lotos y Fripp lo sabía, por eso dejó la clave indicando el lugar de encuentro allí mismo. La energía positiva que formó el Mundo Causal a través del sendero astral también estaba ahí para combatir al odio y al rencor que representaba Lugosian.

-      Nuestra esperanza es tu condena, siempre lo será. –Banton terminó su frase con una sonrisa que parecía que abriera la oscuridad de la noche al alba de los primeros tiempos, como de hecho algo así ocurrió. Un fulgor de luz carmesí brotó desde el estanque de la Glorieta de los Lotos e irradió a Lugosian directamente, mientras un esplendor blanquecino cubrió al resto en la glorieta. Mara, Banton, Silvano, Bennu y Gabriel juntaron sus manos con fuerza y rodearon a Lugosian en un haz de luz que se expandía desde sus cuerpos, Darshan y Enter K seguían inmóviles pero conscientes de lo que ocurría.
-      ¡El Horror! ¡El Horror! –Lugosian exclamó apenas sin fuerzas mientras se iba convirtiendo en polvo y arena hasta desaparecer.
-      La esperanza es tu Horror. – Dijo Mara viendo como perecía a través del polvo que quedaba en el suelo.


Los días se sucedían, las noches comenzaban a ser más cálidas y acogedoras.
La ausencia total de miedos por vivir les acompañó inexorablemente, el atrevimiento por sentir la vida plena llegó a ser su fiel compañera, la determinación segura de ser y ayudar iba siempre de su mano. Vivir el instante sintiendo la vida latir, sin temores, sin rencores.
La esperanza iba pegada a su piel y a su alma.


La Glorieta de los Lotos seguía estando allí compartiendo su secreto……..y un pañuelo rojo muy especial les permitía visitar al Mundo Causal.


*Masmoc Utopía

                                 CAPÍTULO FINAL