domingo, 4 de diciembre de 2011

DIARIO DE DEMIAN PILGRIM 5


- Tú debes ser Edmundo Sinclair.
     - Así es, ¿cómo sabes mi nombre?
     - Utobab nos regala sabiduría y la Laguna del Ensueño nos aporta claridad.
Nos observábamos manteniendo un lapsus silencioso en nuestra recién iniciada conversación. El frescor del agua cercana y la suave brisa que nos acariciaba parecía actuar como un bálsamo relajante en él; al instante se recostó de espaldas sobre la hierba, los brazos extendidos lateralmente y la vista sin apartarla de mí.


     - Creo que identificas el lugar donde nos encontramos – le dije.
     - Nos encontramos en la Laguna del Ensueño. Este lugar me resulta familiar pero no recuerdo con certeza haber estado aquí antes. Yo estaba encerrado en una celda a la que llegué sin saber porqué.
     - También yo estaba en la misma fortaleza, en otra celda cercana. Pero ya hemos abandonado ese lugar cerrado, ya no podíamos continuar allí, sus cimientos comenzaban a derrumbarse. Hemos seguido el carril y ya estamos en Utobab.
Al oír mis últimas palabras, Edmundo se puso en pie, alzó los brazos hacia arriba, bajándolos lateralmente al unísono y haciendo un círculo en el aire hasta llegar a posar sus manos en el centro de su pecho. Todo ello sin dejar de mirarme por un segundo.
Yo repetí esos mismos movimientos a modo de saludo y recité,

     - Liso es el sendero
       por el mar del futuro.
       Llano es mi cielo,
       por mi viento, el tuyo.

     - Reconozco esas palabras, las he oído antes, aunque he intentado olvidarme de ellas, las siento muy dentro de mí. ¿Qué significan?- preguntó Edmundo con acusada desorientación en sus ojos.
     - Espero que llegues a saber su significado, puesto que es algo que antes comprendías.

Los diamantes de la noche ya brillaban sobre nuestras cabezas y la superficie de La Laguna del Ensueño se asemejaba a una riada de luciérnagas que volara hacia nosotros. Pero lo que se acercó a nuestro lado fue un enorme animal, un toro-buey que apareció, no sabemos de dónde, que llegó sin hacer el más mínimo ruido.
Continuamos los dos de pie, en silencio y observándolo; el gran animal dio dos vueltas alrededor nuestra y se colocó justo en medio de ambos, de ese modo no podía ver a Edmundo Sinclair ni él tampoco a mí. El inmenso animal no dejaba de mirar al manto de estrellas sobre el agua, pareciera que no le importáramos. Seguíamos petrificados y hasta podía oír mi respiración.
Fue entonces cuando el astado animal levantó su enorme cabeza hacia los cielos y emitió un sonido ensordecedor, pleno de furia bestial, y al ir acabando su particular diálogo con las estrellas terminó con un suave susurro, volviendo su mirada a Edmundo y a mí indistintamente, deteniéndose unos segundos con sus pupilas clavadas como flechas en la diana de nuestra mirada. Sus ojos me transmitían pesar. Al volver a girar la cabeza después de mirar a mi compañero sus ojos emitían plenitud y regocijo.
Un pájaro negro se posó en el lomo del gran animal y segundos después el toro-buey se echó a dormir sobre la hierba.
Pude ver a Edmundo echarse al suelo diciéndome
     - Demian, no hay mejor lugar que la Laguna del Ensueño para soñar.

Me quedé dormido recostado junto al animal y mirando las guirnaldas de estrellas cómo nos observaban.



  * Masmoc Utopía 

3 comentarios:

  1. Leo pero no entiendo las palabras. Olvidé el vocabulario. Sólo conozco lo que traspasa mi fina piel, aún sin querer. Algo que creí que me era desconocido, sé que siempre estuvo ahí y que irremediablemente siempre estará. Antes y después de este suspiro "vital". Grita, susurra, que el volcán que llevas dentro siga derramando la lava que sepulte nuestra "vida inmóvil", que al solidificarse nos mostrará lo que fuimos. "Ciego, sordo y mudo". Sólo siento y siento que está cerca "el principio del fin" o quizás "el fin del principio". No se nada. Sólo siento y siento que debemos prepararnos para la "ascención" a la que debemos aspirar aunque estemos perdidos en las oscuridades del fondo del mar. Somos los elegidos.¿No lo notais?. Todos los caminos llevan a Roma. Sigue el tuyo. Quizás algún día sepamos quien somos. Mientras tanto intentemos escapar de las cárceles.
    Jarr ha escrito esto inspirado por Masmoc, Hammill y Coltrane.

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    Respuestas
    1. A love supreme... a love supreme... !Genial¡
      ManuMuabdib

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  2. Grande JARR.
    Inspiración que reinspira y vuelve a inspirar.
    El ciclo se renueva.
    Enorme ascensión desde las profundidades.

    *M.U.

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